UN ERROR QUE CONSUME TU MÁXIMO TESORO

CAMBIAR TU TIEMPO TRABAJANDO POR DINERO: EL ERROR MÁS GRAVE DE TU VIDA.

Si trabajas a cambio de un sueldo, si tu hora laboral tiene un precio, si tarificas tu tiempo o si, en definitiva, el dinero que ganas es directamente proporcional al tiempo que inviertes, tienes un serio problema: ¡estás vendiendo tu vida!

Es probable que no seas consciente de tal catástrofe, porque vives en una sociedad que ha aceptado eso como norma establecida, pero si pudieras verte con otros ojos, te darías cuenta del mal negocio que estás haciendo.

Por ejemplo: piensa en cómo sería viajar el resto de tu vida.

Haz una lista de todas las cosas que quisieras hacer los próximos años: Ir a África, a la India, a montañas remotas, a selvas vírgenes, a desiertos lejanos, a países exóticos... Incluir desayunos de más de una hora, tertulias a la hora del café con otros viajeros, cenas con personas interesantes. Aprender nuevos idiomas, leer libros inspiradores, dedicar tu tiempo a causas humanitarias. Caminar por placer hasta que te duelan los pies, nadar en playas paradisíacas, conocer culturas extraordinarias.

Sí, esto es lo que quisieras hacer de tu vida para ser plenamente feliz. Simplemente hay un detalle que no cuadra en este magnífico plan. Es sólo un detalle, pero es bastante importante: un proyecto de vida así es incompatible con el hecho de trabajar ocho horas al día.

Solventar ese desarreglo podría ser fácil sino fuera porque, para viajar, (¡y para vivir!) se necesita dinero y tiempo.

Entonces hay que trabajar en la obsesión por conseguir desvincular dos cosas: el tiempo y el dinero recibido por sacrificarlo.

Ese debe ser el pilar sobre el que se construya tu vida para dirigirla a ese deseado propósito.

Piénsalo: Mientras sigas cambiando tu tiempo por dinero, serás un esclavo de ti mismo.

Tu único activo serán tus horas trabajadas, y eso te obligará a entregar ocho horas al día para poder ganarte el pan.

Recuerda que tu tiempo en la vida no es ilimitado. Ya que no sabes cuándo te morirás; pero lo que sí sabes es que cada día que pasa es uno menos que te queda. Así que hazte el favor de no derrocharlos.

Eres una persona genial, válida, inteligente, emprendedora. Y estás echándolo todo a perder porque has hecho de tu tiempo tu activo. ¿No sería más normal que tu activo fuesen tus conocimientos, tus habilidades, tus virtudes, tus capacidades...?

Pero guárdame un secreto: no es viable que todos vivamos sin intercambiar tiempo por dinero. La sociedad necesita personas que estén dispuestas a entregar ocho horas diarias durante toda su vida, si no, el sistema no funciona.

Ahora, ya sólo tienes que decidir en qué lado quieres estar.
Si quieres estar en el lado de la libertad, sigue visitando este blog, te espero con una serie de revelaciones que te prepararán para una alternativa que te pueda llevar a conseguir lo que quieras.

Tengo esa alternativa para ti. Te anticipo que los costos y esfuerzos para desenvolverte en ella están a tu alcance. Te lo garantizo.